Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Estaba muy débil, sufría los dolores de la cruz, de los latigazos
recibidos, de la corona de espinas..., y otra vez cae. Sin embargo
su debilidad y todos sus dolores no lo detienen, otra vez se
levanta y sigue.
Oh Jesús, perdona nuestros pecados que tanto te hicieron sufrir.
Amén. Gloria al Padre...
Por tu tercera caída, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras
culpas, mayor es tu Bondad.