Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Al llegar al monte Calvario, le dieron de beber vino con hiel, Él
lo probó pero no quiso tomarlo; luego le quitaron sus vestiduras
y se las repartieron. Así se cumplió lo que estaba escrito: "se
repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica".
Oh Jesús, que fuiste el más humilde de todos, haz que nosotros
seamos más humildes, como Tú nos enseñaste. Amén. Padre nuestro...
Por nuestra falta de humildad, perdón Señor piedad, si grandes son
nuestras culpas, mayor es tu Bondad.