Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Jesús es condenado a muerte por Pilatos. Éste primero intenta dejarlo libre ya que
sabía que lo acusaban por envidia; pero luego, por miedo a los que allí se habían
reunido, se lava las manos delante de ellos y se los entrega para que lo crucifiquen.
Oh Jesús, que no juzguemos a nadie para que el Padre del Cielo no nos juzgue a nosotros.
Amén. Padre nuestro...
Por condenarte injustamente, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas,
mayor es tu Bondad.